Maricella Avila


Maricella Ávila Quetglas, nació en San Salvador, el 28 de septiembre de 1956.
Desde hace largo tiempo es practicante de budismo tibetano. Ha viajado por Tibet, Nepal, Bután e India.
El acercamiento profundo a la espiritualidad oriental ha desarrollado en Maricella una fina sensibilidad para penetrar
en los sentimientos y en los extremos entre los que transcurren los hechos humanos más trascendentes,
donde la esperanza es un eslabón que enlaza el misterio de la vida y de la muerte.

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Río de luz es el inicio de Maricella Ávila en el mundo de las letras. La autora, desde el fondo de la conciencia inicia un recorrido trascendente.
Los tres relatos del libro son una sola metáfora deslumbrante.
Resplandeciendo entre las palabras se ven los colores y el viento.
Aída Flores Escalante
Las pinturas de Aleph, captan el espíritu del agua, de la luz, del aire y de la tierra. La nostalgia del paraíso perdido y la esperanza de volver a encontrarlo.
Milagro
Una mañana llena de sol, Milagro sacó su pequeña cabeza del capullo.
Cuando sacó todo su cuerpo, sintió que unas hermosas alas blancas con destellos iridiscentes se abrían a los lados de su cuerpo. Al moverlas sintió que no existía diferencia entre ella y el viento…
Y se lanzó a volar.
… me llamo Cometa, le dijo.
— Milagro quedó impresionada.
Parecían salidos del mismo paraíso, vibraban de la misma manera.
Tanto se acercó a Cometa, que Milagro empezó a enredarse  en los hilos del capullo.
Para no asustarlo y para que estuviera cómodo, ella encogió sus alas.
Sin embargo,  poco a poco, Milagro se sintió triste, se apagaba el brillo natural de sus ojos, moría su espontaneidad.
Se apartó de Cometa y siguió sola su camino.
…se dieron cuenta de la estrella blanca de su pecho el día de su nacimiento. Nadie sabía que la mancha era una gota de su alma intentando salir.
El destino de Estrella, la pantera, era ayudar a todo el que quisiera escapar de la oscuridad como esas luminarias que guían en la noche hacia puerto seguro.
Esperanza
…conocer a Alejandro fue como meter un tornado en mi corazón.
Toda sensación y emoción dormidas despertaron.
…sonó el teléfono, era Alma, mi amiga, y sin esperar un segundo me dijo: “Esperanza, te tengo una mala noticia… Alejandro murió en un accidente hoy en la mañana”.
…miles de pequeñas flores moradas caían sobre mí.
“Aprendí que todos queremos ser felices, y en esta búsqueda de la felicidad de manera equivocada, lo que encontramos es un intenso sufrimiento. “
Seré totalmente sincera con mis sentimientos, le sacaré el jugo a cada segundo…

Cada día puede ser el último de esta vida…y así cuando me toque dejar este cuerpo, al cual llamaron Esperanza, me sienta satisfecha de haberlo aprovechado al máximo.