Rolando Costa



Nació en la ciudad de Santa Ana, un día 28 de mayo de 1941, en donde pasó su niñez, una niñez feliz; y un año inolvidable de ella, en San Salvador. Lo mismo puede decirse de su primera juventud: parte de ella la vivió en Santa Ana, parte en San Salvador. Su bachillerato lo obtuvo en Santa Ana, en el Liceo Santaneco, dirigido por don Manuel Farfán, y cursó algunos años de estudios universitarios en diferentes facultades. También se dedicó a labores de agricultura con entusiasmo, sin ser un  agricultor. En todo cuanto hacía lo acompañaba la poesía, a pesar de que se olvidara de ella o la ignorara en algunos tramos, y se presenta con oficio de escritor, no de poeta. Por lo tanto, cabe mencionar en este espacio el resto de su obra.
 Acompañan a Helechos, bajo el título “Otros Poemas,” poemas escritos en el período que transcurre desde el año 1979 hasta el año 2009 con lapso de algunos años como punto ciego para la escritura de su poesía. También aparecerá la novela corta Euquenor Tragado, concluida en su versión definitiva en el año de 1983, con la que recibió el premio de Concultura de novela corta en el año 2002, aún sin publicar. El resto de la obra está inédita y amparada bajo un tema general: Buscando un paraíso. Se trata de los siguientes títulos: Sentémonos, En el País de las Guayabas (5 historietas), La Decisión y El Luciérnaga,  Entrerríos, Cuatro Puertas, todos narraciones con alguna dosis de poesía.
Actualmente vive en Zaragoza, en el departamento de La Libertad, en donde radica desde hace seis años.

PERFIL  DEL ESCRITOR.
Como escritor. Bajo este enfoque, en una entrevista imaginaria  escojamos la pregunta: 
-¿Cuáles son sus credenciales?
Respuesta:
Autodidacta, motivado por el placer y el gusto de escribir; la instrucción incluye la crítica y la consulta, y estimulo de lecturas escogidas y recomendadas.
-¿Sus publicaciones?
Poesía y narraciones. Sueltas: en periódicos y revistas. En libros propios: solo un libro. Y las premiadas en concursos literarios, que dejaron la obra inédita, y extraviada en algunos casos, con excepción de El Anticuario.
-¿Obra por publicar?
Lo mismo. Poesía y narraciones. En proyecto de presentarse de manera digital los siguientes títulos: “Crónicas y fabulosidades”, “Cuatro puertas”, “Las Guayabas”,  “Sentémonos”, y “Poesía”. -¿Qué puede decir de ellas?
A excepción de dos de todas ellas, que de ellas podrán extraer variados y gustosos frutos, habiendo procurado dotarlas de lo que quiso decir Charles Dickens cuando se le preguntó que como sabía que una obra estaba terminada y él respondió que cuando podía leerla libremente a su esposa y a sus hijos.
-¿A cuáles dos obras se refiere?
Las que ahondan y escarban para limpiar la gangrena y dejar lo sano. Me refiero a Helechos y a Euquenor Tragado, que pueden entregar sabor amargo, lo cual no es para todos.
-¿Cuál diría que es su actividad actual?
La más importante: la de mensajero.
Nacido en Santa Ana, El Salvador, en el año de 1941.
Otra residencia: San Salvador.

____________________________________________________



Impresiones, alucinaciones fugaces, sueños, pesadillas, ensoñaciones, recuerdos, desvaríos, espejismos, fiebres, arrobamientos, especulaciones, destellos, intuiciones, sutilezas, percepciones, experiencias de todo tipo, en fin, en toda persona.
Leerlo, pues, será una experiencia poética, ya que través toda esa aparente maraña calidoscópica pondrá su mano en la dimensión  refrescante o corrosiva de las esencias. Usted también, de algún modo, está allí, en Helechos, y en Otros Poemas.
No me pregunte a mí sobre significados; pregúntese usted mismo.
Acepto otras preguntas.
Anticipo alguna pregunta de tales otras. ¿Por qué Helechos? Brevemente.
Inicialmente, conformado por unos cuantos poemas, titulé la colección “Fugacidad alucinante”. A medida que fue creciendo, la titulé “Epitafios”, y finalmente, ya en la versión definitiva, la titulé “Helechos”.
En primer lugar, llegué a pensar en el título como una designación genérica; luego, pensando en el ser humano, como una expresión del laboratorio interior de la conciencia y el corazón, enraizados en la tierra, erradicables como los helechos, ante una conciencia superior, infinita, representada por el sol, con la que se busca contacto.
OTROS POEMAS. Quizá pudiera retitularlos como: “Ejercicio de libertad”.

TAGS.
Poesía. Poesía salvadoreña. Escritores salvadoreños. Poetas salvadoreños. Poemarios. Poesía en prosa. Relatos poéticos.

LECTURAS ANTES DE ESCRIBIR HELECHOS.
Autores nacionales… Además, Ciro Alegría, García Lorca, Barba Jacob, Ramón López Velarde, Garcilaso de la Vega, Escritores de Indias, Poesía indígena, Asturias, Rilke, Vallejo, Poe, Whitman, Alfonso Cortés, Kafka, Kierkegaard, Baudelaire, Sábato, Alejo Carpentier, Coster, Faulkner, Hemingway, Knut Hamsum, Dostoievski, Papini, Maiakovski… no es posible nombrarlos a todos.
Categoría: poesía.
Idioma: español.

PRESENTACIÓN DE “HELECHOS Y OTROS POEMAS”.
 1 DE DICIEMBRE, 2009.

HELECHOS. La realidad se convierte en pesadilla, la pesadilla se convierte en realidad; el sueño se convierte en realidad, la realidad se convierte en sueño; y se destila entonces fortaleza y esperanza, sobre el ya existente y renovado y angustiado amor.
El ser humano es un proyecto que no se sabe en donde se origina. En uno mismo está la clave que lo descifre. Sin embargo, no podemos salir de nuestra mente e ir más allá. No, no podemos; sin la revelación ni siquiera podemos entendernos a nosotros mismos, sino tras vislumbres y atisbos. (Año 1970).
EL AGUADOR. No es guerra; es liberación. Aparece el impulso, auténtico y genuino, liberación en justo batallar; el ser humano encuentra  oportunidad de plasmar su potencial. Tendrá que ajustarse y agotarse en ello, y entonces se sabrán muchas cosas. Revelaciones estarán esperando.  (Año 1981).
A PASO CIERTO. Ya todo queda claro. El hombre tiene que sujetarse a una voluntad mayor que más allá de nuestra mente nos ha dirigido con revelaciones que se registran para todos desde el origen, y con movimientos que nos impulsan desde el interior. Es de andar a ese paso y no quedarse atrás sin recibir su mirada. A Paso Cierto es un inicio de ese andar cotidiano. (1998-2009).
Puedo decir concluyentemente, que los poemas hablan mejor.
EN CUANTO A LA FORMA.
Lo deseable es que haya detrás de las palabras ideas, conceptos, emociones, sentimientos o ilusiones precisas y bien trasparentadas en imágenes y figuras literarias que la palabra construye.
Sucede que en Helechos se trata de transparentar muchos factores o zonas e interrogantes que conforman y condicionan y matizan la vida del ser humano, y lo que mejor me ha parecido es la narración poética.
Para mí el fenómeno poético es, más que una forma, un aroma, una emanación que brotan de un fruto, o de una flor, a la manera de algo que se descompone…

Impresiones, alucinaciones fugaces, sueños, pesadillas, ensoñaciones, recuerdos, desvaríos, espejismos, fiebres, arrobamientos, especulaciones, destellos, intuiciones, sutilezas, percepciones, experiencias de todo tipo, en fin, en toda persona.
Leerlo, pues, será una experiencia poética, ya que través toda esa aparente maraña calidoscópica pondrá su mano en la dimensión  refrescante o corrosiva de las esencias. Usted también, de algún modo, está allí, en Helechos, y en Otros Poemas.
TAGS.                                                                                                                 Poesía. Poesía salvadoreña. Escritores salvadoreños. Poetas salvadoreños. Poemarios. Poesía en prosa. Relatos poéticos. Prosa poética. Narración poética.
Categoría: Poesía.
Idioma: Español.
Pueden leer los poemas del 1 al 11 de Helechos. Del Aguador, los poemas del 1 al 7. Y de Otros Poemas los titulados: Del Cántaro y El viento.
Palabras: 22,292 aprox.

Lectura gratis: “Cuentos breves”.